El intermedio que somos
Silvia Salgado Sevillano
Lectura imprescindible
Esta no es la historia de un niño con Asperger, no es tampoco el relato de la travesía de su hermana adolescente.
Esta novela habla de madres e hijas. De las mujeres que creían ser, las que son y las que serán algún día. Queda lejos de ser una novela romántica, pero sí es una historia de amor.
Laura Carson vive y trabaja en Madrid donde formó su propia familia y se despojó de la anterior, como quien se quita un jersey de cuello alto en pleno agosto. Está casada con Mario y es madre de dos hijos: Mateo, con síndrome de Asperger, y Amanda, la hermana adolescente de un Asperger. Su trabajo como farmacéutica le permite conocer casi todos los males del vecindario, pero ella bien sabe que hay dolencias que no se pueden curar. Con todos sus claroscuros guarda sus recuerdos en una caja de latón: las últimas fotos que hizo su hermano y también las cartas que no lee y recibe de su madre.
Amanda Carson, sabe que a su madre no le cabe más dolor en esa caja. Deberá buscar la suya propia o hacerle frente a un suceso que la hizo mayor a punto de cumplir los 15. Eso, o curarse detrás de su cámara de fotos. Y el amor. Que no siempre el primero es el primero.
Esta novela es para ti. También para ellas. Para todas las mujeres que hay en tu vida.
Esta novela es un regalo
- Escritor
- Silvia Salgado Sevillano
- Colección
- Excellence by Angels Fortune
- Materia
- Novela Romántica, Drama
- Idioma
- Castellano
- EAN
- 9788412061796
- ISBN
- 978-84-120617-9-6
- Edición
- 1
319,55 MX$15,84 US$12,51 £
Sobre Silvia Salgado Sevillano (Escritor)
Reseñas
«Creo que el objetivo de la lectura no es conseguir que se vendan muchos libros, sino que los lectores, como yo, disfrutemos más de la vida... Este libro... es un regalo. Me he sentido como en una vida paralela con los personajes. Gracias por escribir "El intermedio que somos"»
«Me encantan los saltos en la trama y cómo se desarrolla la historia. Imposible dejar de leerlo»
«Es la primera vez que me pasa. No quería leer mucho para no acabarla muy rápido. Fascinado por la forma de escribir algo tan humano, tan intimista, tan bonito»